CUENTO
Apenas salía el sol, el canto del gallo Puntual, levantaba a todos los vecinos del pueblo.
Hacía muchos años que trabajaba de despertador.
Un día, el sol se asomó pero el “ki-qui-ri-quí” no se escuchó y todos siguieron durmiendo.
Ningún niño fue a la escuela, ningún doctor
al hospital, nadie cumplió con sus tareas. Pasaban los días y Puntual no se
oía. Los vecinos estaban decididos a cambiar de gallo pues éste estaba muy
viejo.
Entonces Pedrito le compró un reloj
despertador al gallo Puntual.Desde ese día un “Rinnnggg” muy ruidoso
despierta al gallo, que asustado, grita muy fuerte “ki-qui-ri-quí”.
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