viernes, 25 de septiembre de 2015

Bola de Nieve

Cuando mi gato voló por la ventana yo corrí tras él.
Pero no lo vi volar; me asomé, mire para arriba y no estaba en el cielo.
Después me di cuenta que ya había aterrizado en el patio de la viejita de planta baja.

Yo le había estado leyendo un libro que se llama “Alagatos”, que es de unos gatos que vuelan y es el primero que leo yo solo.
Además, en la tele habíamos visto, con Bola de Nieve, que en Canadá existen unas ardillas que son voladoras.
Me pareció que mientras las veía volar, a Bola se le ponían los ojos más celestes todavía.

Cuando lo vi ahí, aterrizado en el patiecito, estaba requieto; pero como que le quería decir algo a la gatita siamesa de la señora de planta baja; que apareció gritando “¡Y ahora qué me tiraron! ¡Y ahora qué me tiraron!”.

Andrés Sobico

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